lunes, 20 de enero de 2014

Apartado de “Orden” en Discurso del relato de Genette en el cuento "El Dios vivo" de José Revueltas

En este apartado, Genette explica que existe un “Tiempo de la historia (diégesis)” y un “Tiempo del relato” donde existe una relación entre el orden cronológico en que ocurrieron los hechos de la historia que se cuenta y el orden de los hechos diferente en la disposición en el relato, es decir, en la forma en que se cuenta la historia los hechos no están contados, a veces, de manera cronológica. Para encontrar esa disposición en el relato, se debe atender a elementos explícitos o por inferencia (indicios indirectos).
En el cuento El Dios vivo tenemos presentes cinco tiempos diferentes (anacronías) de la diégesis (los ejemplos se colocan según su orden de aparición para explicar un mismo tiempo):
El primero (1) surge desde el préstamo de tierra de los yaquis a los blancos, aparece en una intervención del narrador entre los guiones de un diálogo y, después, en un párrafo que explica los hechos del pasado más lejano: “la tierra que la tribu había prestado a los blancos”, “Los yaquis habían prestado su tierra a un grupo de blancos a condición de que éstos entregaran una parte de la cosecha para el fondo común de la tribu.”
El segundo tiempo (2) se presenta explícitamente en el discurso del personaje Porfirio Buitimea frente al protagonista que es un yaqui, donde, luego de prestar las tierras, los blancos no ha cumplido con el trato: “Nos han humillado”, “No cumplieron… no saben cumplirle al yoreme  y luego nos engañan con los licenciados”, “Ni un grano nos dieron, tantito así. Todo lo llevaron para Cajema, a los molinos.”
El tercer tiempo (3) es la tarde en que el protagonista yaqui habla con Buitimea y se informa de lo visto en el segundo tiempo: “Por la tarde de ese día había estado con el jefe Buitimea…”, “Conversaron bajo la enramada…”, “le contó esa misma tarde Buitimea”, “le había explicado Buitimea”.
El cuarto tiempo (4) es la noche, en el baile, después del tercer tiempo, en que el protagonista yaqui llega al baile en su caballo: “Confusamente distinguía, desde su caballo…. a las blancas de Vicam-Pueblo, donde bailaban con los blancos…”, “Miró, inclinado como estaba sobre la silla de su caballo…”. Después baja del caballo y sigue el tiempo del baile: “Se desprendió del caballo con dulzura... Luego entró en el baile… No bailó, no habló, no tuvo una sonrisa… ni nadie, tampoco, se atrevió a decirle nada…” Este es un tiempo narrado en presente, ya que corresponde al inicio temporal del relato.
El quinto tiempo (5) es el momento en que llega el alba y el protagonista se dirige de nuevo con Buitimea y es castigado por el alawasin (verdugo): “Con el alba se dirigió al Vicam yoreme dejando atrás el Vicam de los blancos”, “vino el alawasin y entonces en indio fue colgado de las manos…”.
El sexto tiempo (6) es más implícito, pues habla del futuro de la relación entre los yaquis y los blancos: “No haremos más trato con los yoris”.
Ya tenemos los tiempos de la diégesis. Ahora, revisaremos en qué orden ha sido contada la historia, es decir, el “Tiempo del relato”, los hechos de la historia pero en su disposición a la hora de contarlos:
Los tiempos que tenemos enumerados arriba aparecen en el relato en el orden siguiente: 4, 3, 4, 3, 2, 4, 2, 3, 2, 1, 2, 1, 2, 3, 6, 4, 5. En la siguiente gráfica se presenta la variación de los tiempos de la historia (6) y los 17 momentos en que se desarrolla el relato.  
En este cuento es más frecuente la analepsis, donde encontramos: analepsis interna de tipo completiva (paralipsis) en 1 y 2; una analepsis parcial en el tiempo 3.
El tiempo presente es 4 y 5, pues ya no hay cortes de tiempo entre un hecho y otro.
La prolepsis externa se presenta en 6.

Vemos que es un tiempo complejo el manejado por José Revueltas, donde existe una manipulación del orden temporal para generar expectación y reflexión por lo que ocurrirá al final.





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